Si algo tiene claro el presidente Gustavo Petro es que no logró en sus tres primeros años de gobierno obtener las mayorías en el Senado. Y, aunque el Congreso aprobó las reformas laboral, pensional y tributaria, hay otras decisiones donde la Casa de Nariño tiene intereses que los legisladores frenaron en seco.

Un ejemplo fue lo que ocurrió la semana anterior con la elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional. Contra todo pronóstico, el Senado lo escogió a con 62 respaldos frente a los 41 que recibió Patricia Balanta, la candidata por la que apostó el petrismo.

La derrota fue evidente, la lamentó el presidente. También el ministro del Interior, Armando Benedetti. Y dejó sobre el ambiente el panorama casi oscuro que le espera al presidente en lo que le rest

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