Cada 10 de septiembre, se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, una fecha que busca visibilizar la magnitud de este problema y promover acciones efectivas para su prevención. La psiquiatra Vanessa Herrera, directora ejecutiva de la Dirección de Salud Colectiva del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM), enfatizó la importancia de identificar señales de alerta y brindar apoyo emocional para salvar vidas.

Herrera explicó que existen indicadores verbales y no verbales que pueden advertir sobre una ideación suicida. Cambios en el comportamiento, como bajo rendimiento laboral o escolar, variaciones en el estado de ánimo, irritabilidad, tristeza prolongada, dificultad para dormir y una visión pesimista del futuro son algunas de las señales a tener en cuenta. Además, frases como “ya no puedo más” o “me quiero morir” deben ser tomadas en serio y no minimizadas.

La psiquiatra también mencionó la “depresión sonriente”, un estado en el que una persona aparenta estar bien, pero en realidad oculta un profundo malestar. “Una excesiva alegría poco coherente con el contexto puede ser un síntoma que pasa desapercibido, pero que requiere atención inmediata”, indicó.

Según estadísticas del INSM, el 90 % de los casos de suicidio están relacionados con cuadros de depresión y ansiedad, a menudo provocados por factores como violencia, rupturas amorosas y problemas económicos. Los adolescentes y jóvenes son el grupo más vulnerable, ya que enfrentan presiones sociales y conflictos familiares que pueden afectar su salud mental.

Herrera destacó que, aunque el suicidio puede ocurrir en todos los estratos sociales, las personas en situación de pobreza o soledad tienen un riesgo mayor. En cuanto a las diferencias de género, las mujeres tienden a intentar suicidarse más, pero los hombres consuman el acto con mayor frecuencia, debido a que suelen reprimir sus emociones y no buscan ayuda a tiempo.

La especialista subrayó que experimentar episodios de ansiedad o tristeza ocasional es normal, pero si estos síntomas persisten por más de dos semanas y afectan funciones básicas como el sueño o las relaciones sociales, es crucial acudir a un profesional de salud mental. La prevención es posible mediante una atención integral que combine tratamiento médico, apoyo psicológico y soporte social.

El Ministerio de Salud del Perú ofrece la Línea 113, opción 5, donde psicólogos brindan apoyo gratuito las 24 horas. Además, los Centros de Salud Mental Comunitarios están disponibles en todos los distritos del país para atender a quienes lo necesiten.

La psicóloga María Basurto, del Hospital Nacional Hipólito Unanue, también destacó la importancia de hablar abiertamente sobre salud mental y fomentar la comunicación familiar. “Si no conversamos, no conoceremos lo que sienten nuestros seres queridos”, afirmó.

En 2024, se registraron 6910 casos de envenenamiento o lesiones autoinfligidas intencionales en Perú, con un 73 % de estos casos correspondientes a mujeres. La tasa de suicidio fue más alta entre jóvenes de 18 a 29 años, con 4.31 casos por cada 100,000 habitantes.

La prevención del suicidio es un compromiso de toda la sociedad, y es fundamental estar atentos a las señales de alerta y ofrecer apoyo a quienes lo necesiten.