La guerra comercial de este año entre China y Estados Unidos comenzó con fuerza: una escalada vertiginosa de aranceles a niveles astronómicos. En los meses siguientes, ambos países mostraron su disposición a dar marcha atrás y a no interrumpir el comercio entre las mayores economías del mundo.
Sin embargo, han logrado pocos avances perceptibles en la resolución de sus diferencias comerciales. El lunes, tras una cuarta ronda de conversaciones, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, anunció que ambas partes volverían a hablar sobre comercio en aproximadamente un mes.
Mientras otros países se han apresurado a cumplir con las exigencias del presidente Trump de alcanzar acuerdos para reducir aranceles, China ha mantenido su propio calendario. El impasse comercial con Estados