Los europeos debemos ser conscientes de que nos deslizamos hacia el conflicto abierto con Rusia, un escenario que todos deseamos evitar, pero que se perfila cada vez más nítido. No es que estemos al borde de la guerra, pero el crescendo de tensiones y provocaciones nos arrastra posiblemente hacia un punto de no retorno. Ojalá este "¿Europa en guerra?" no pase del interrogante, de ser un mal sueño, pero Vladimir Putin está jugando con fuego, lo que puede acabar muy mal. No parece que el autócrata del Kremlin busque un enfrentamiento total con Occidente, particularmente con los EEUU. Su actitud es la de un tahúr que disfruta con la intimidación, la desestabilización y el desgaste. A través de maniobras militares, ciberataques, vuelos de drones, desinformación y una retórica beligerante, Rusi

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