La reaparición del ex primer ministro británico Tony Blair en el epicentro de la diplomacia de Oriente Medio, esta vez de la mano del presidente estadounidense, Donald Trump , y su plan de paz para Gaza , supone toda una novedad. Cuando al exmandatario se le encomendó por primera vez la tarea de forjar una paz duradera entre Israel y los palestinos en 2007, la Administración estadounidense advirtió que el ex primer ministro británico no era un "superhombre" . En aquel momento, no fue capaz de resolver el conflicto.
Ahora, la propuesta de Trump contempla la creación de una Autoridad Internacional de Transición de Gaza (GITA) con el británico ocupando un rol destacado . Este organismo pretende gestionar el enclave tras la firma de un alto el fuego, apoyándose en una fuerza de esta