China volvió a mover una pieza estratégica en el tablero mundial: endureció sus restricciones a la exportación de tierras raras, los 17 elementos químicos esenciales para la producción de vehículos eléctricos, motores aeronáuticos, radares militares y equipos de alta tecnología. El anuncio llega en la antesala de las conversaciones entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping, y amenaza con reconfigurar nuevamente la cadena global de suministros tecnológicos.

El gigante asiático produce más del 90 por ciento de las tierras raras procesadas del planeta y domina la fabricación de imanes derivados, un componente crítico en industrias de punta. Si bien ya mantenía un fuerte control sobre sus exportaciones, el Ministerio de Comercio de China amplió la lista de materiales sujetos a restricci

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