En el 2016, Adolfo Grosso Zamora (33), ‘Gordo Adolfo’ o ‘Lechuza’, en complicidad con la banda de marcas ‘Los Gatilleros del Rímac’ , asesinó a balazos a dos suboficiales de la Policía y fugó del Perú para ocultarse en México utilizando diferentes nombres, según las autoridades.
Nueve años después fue capturado en ese país y extraditado para que cumpla su castigo que, según el Código Penal, podría ser 35 años de cárcel o cadena perpetua.
Aquel año, el 16 de marzo, los hampones en un Audi robaron a un hombre los 10 mil soles que había retirado del banco, en el Rímac. En su fuga chocaron con una camioneta a cuyo chofer encañonaron.
“Un patrullero los interceptó y (los delincuentes) bajaron del auto disparando a mansalva a los efectivos policiales. Dos de ellos fallecieron y a uno le