"Seguiremos ofreciendo protección diplomática". Con estas palabras anunciaba la semana pasada el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, la llegada del último avión con activistas al aeropuerto de Barajas. Con el regreso de Reyes Rigo, la activista mallorquina que mordió a una funcionaria israelita en un registro médico para regresar a España, junto con los miembros españoles de la segunda Flotilla interceptada por la Armada de Israel, el operativo que ha superado los 20.000 euros finalizó.

Desde que la embarcación comenzó su travesía en el puerto de Barcelona el pasado mes de agosto, hasta que fueron expulsados por el Gobierno de Benjamin Netanyahu a principios del mes de octubre, los miembros de la embarcación no han acudido a su puesto de trabajo. Aunque diversas personas hayan

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