A comienzos del año 2025, el CEO de Virginia Distillery, Gareth Moore, se mostró optimista sobre las ventas de whisky de malta estadounidense de su compañía al norte de la frontera.

Pero la demanda se desplomó al romperse la centenaria amistad entre Estados Unidos y Canadá, en medio de la tensión generada por los aranceles y la amenaza del presidente Donald Trump de convertir a Canadá en el estado número 51 de EE.UU.

“Queríamos triplicar el negocio. En cambio, se desplomó a cero”, declaró Moore a CNN en una entrevista telefónica. “Fue casi como si de repente el whisky no supiera bien debido a su origen”.

Las autoridades canadienses llegaron incluso a prohibir las bebidas espirituosas estadounidenses en sus tiendas, una prohibición que aún está vigente en muchas provincias.

Virginia Dis

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