
Solo unas horas después de conocer el fracaso de su oferta de compra (OPA) sobre Sabadell, el presidente de BBVA, Carlos Torres, descarta su dimisión . “No, mi continuidad no dependía para nada de este proceso”, ha respondido a la pregunta de los medios sobre si se plantea decir adiós. “Mi trabajo es intentar aquellas cosas que creemos, ha sido el consejo de administración el que ha tomado las decisiones”, ha defendido. “Es nuestra labor, intentar aquellas cosas que tienen sentido. Era una oportunidad fantástica perdida”.
Torres ha reiterado que la OPA fallida “no es ninguna razón para dimitir. Se nos tiene que juzgar con los resultados y el servicio del banco a los clientes”.
Tanto Torres como el consejero delegado de BBVA, Onur Genç, han defendido la operación en la que se han vivido “momentos difíciles”. “Ha sido un proceso de autorización mucho más largo de lo que teníamos previsto, porque ha habido decisiones que no teníamos en mente, porque no tenían precedentes, como la decisión de la Comisión Nacional del los Mercados y la Competencia del llevar el análisis a Fase 2, eso retrasó los plazos”. Parte de la dificultad es que el proceso de autorización ha sido largo, hemos tenido 30 autorizaciones.
También, ha admitido la opinión contraria del consejo de administración de Sabadell. “El resultado es el que es, lo aceptamos y miramos hacia delante”. También, que “no es el que esperábamos ni el que hubiéramos deseado. Hicimos lo que creíamos”.
Pinchazo entre los minoristas
Torres ha defendido en varias ocasiones el contenido y la estrategia de la operación. “La operación tenía atractivo y era racional”, ha repetido en varias ocasiones. “Ha sido un proceso largo y difícil, hemos perseverado y sido disciplinados en precio, teniendo en cuenta que no se trataba de hacer la operación a cualquier precio”.
“No sabemos qué hubiera pasado con más precio”, ha reconocido, “pero no podíamos ir a más. No teníamos margen para más precio”, ha repetido el presidente del banco vasco.
“No corresponde que demos opinión sobre el supervisor, confiamos en los supervisores, seguro que han tomado las decisiones más oportunas, por mucho que pensemos que la posibilidad de una segunda OPA haya podido influir. Dijimos que era hipotética e incierta y puede haber accionistas que lo pensaran y se hayan quedado sin la primera, ni la segunda”. “La expectativa de una segunda OPA era infundada y se ha visto”.
Entre ese pinchazo, Torres ha admitido el bajo tirón de la oferta entre “minoristas y los pasivos [los fondos que replican índices], que han acudido menos.
“La aceptación entre los minoritarios [que no tenían depositadas las acciones en BBVA] ha sido menor, quizás por la expectativa de una segunda OPA, eso ha podido influir , también la opinión contraria de banco Sabadell”, ha repetido. “Los que replican índices han acudido menos de lo que esperábamos, intuíamos que la mitad. Y los institucionales, los grandes fondos que nos habían trasladado que aceptarían la oferta, sí han acudido”.
“El institucional, aunque no tenemos las cifras, ha acudido, pero en el minorista la posibilidad de una segunda OPA creemos que ha podido ser determinante. Eso y las dudas sobre si la operación podía o no tener éxito. Nuestras estimaciones no se han cumplido, pero teníamos esas estimaciones”, de que iban a llegar a más del 50%, ha admitido Torres. “Los accionistas son los dueños, son los que deciden y asumimos su decisión, continuamos mirando hacia delante”.