La tensión política se adelantó una semana antes de las elecciones legislativas del 26 de octubre. En lo que debía ser un simple simulacro del escrutinio provisorio, el Gobierno y el peronismo terminaron envueltos en una disputa judicial que promete escalar. Todo comenzó cuando la Dirección Nacional Electoral (DINE), encargada del conteo preliminar, dejó entrever su intención de comunicar los resultados bajo un esquema nacional unificado, en lugar de hacerlo por distritos, como marca la tradición.

La medida, inédita en la historia electoral reciente, fue interpretada como una jugada que podría favorecer al oficialismo. Es que La Libertad Avanza —la alianza liderada por Javier Milei— es la única fuerza que logró competir en las 23 provincias y en la Ciudad de Buenos Aires con el mismo nomb

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