Nuestro hogar es mucho más que cuatro paredes, ya que es un espacio que nos acoge y nos protege. Su arquitectura puede llegar a impactar en nuestro estado de ánimo generando diversas sensaciones que pueden ir desde la calma a la tensión.

En la actualidad, existe lo que se conoce como neuroarquitectura que, lejos de ser algo relacionado al marketing inmobiliario, se trata de que la ciencia demostró que el entorno construido —sus colores, su luz, formas, sonidos y texturas— puede influir profundamente en nuestro bienestar emocional, mental y físico. Comprender cómo actúa esa arquitectura y diseñarla con intención permite crear entornos que nos cuiden y nos transformen.

El estudio Color y Emociones, realizado por Roger Küller, psicólogo sueco y pionero en la investigación sobre psicolog

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