En la costa occidental de Cantabria, entre Comillas y Alfoz de Lloredo , se esconde un municipio singular que rompe todos los tópicos del litoral cántabro. Ruiloba , a apenas 43 kilómetros de Santander, toca el mar, presume de acantilados espectaculares y balcones naturales únicos… pero no tiene ni una sola playa. Y aun así, se ha convertido en uno de los destinos más atractivos para una escapada en 2026 gracias a su paisaje rural, su folclore y su esencia montañesa.
Un municipio sin playas, pero con un litoral impresionante
El borde costero de Ruiloba es una sucesión de acantilados escarpados , entrantes rocosos y pequeñas calas inaccesibles que conforman uno de los tramos más salvajes de la costa cántabra. Este perfil abrupto sustituye la típica estampa de arena por un litoral más dramático, perfecto para los amantes de los miradores naturales, los paseos entre prados y el sonido del Cantábrico golpeando la roca.
Ocho barrios con alma propia
Ruiloba está formado por ocho barrios — Casasola, Concha, La Iglesia, Liandres, Pando, Ruilobuca, Sierra y Trasierra — conectados entre sí por una carretera comarcal que los recorre de este a oeste. Cada uno aporta un matiz al conjunto: casonas montañesas, balcones de madera de colores, arquitectura popular y un aire costumbrista que parece detenido en el tiempo.
Entre los elementos arquitectónicos más destacados se encuentran:
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La casona de los Reyes (Liandres)
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La torre de los Trasierra , en el barrio homónimo
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Viviendas de piedra con solanas y balcones floridos que componen fotografías inolvidables del Cantábrico rural
Tradiciones ancestrales: la Danza de las Lanzas
Ruiloba también es sinónimo de folclore. Una de sus joyas culturales es la Danza de las Lanzas , una tradición con origen en el siglo XVI que alcanzó gran popularidad en la zona en el XVIII. Se ejecuta en fiestas locales y es uno de los legados más valiosos del municipio.
Patrimonio religioso con vistas al mar
La ermita más emblemática es la Virgen de los Remedios , situada en un alto frente a la costa de Liandres. Cada 2 de julio acoge una celebración multitudinaria con procesión hasta el barrio de La Iglesia.
También destacan:
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Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción , de origen barroco y reformada en el XIX
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Convento de las Carmelitas Descalzas , en Pando
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Casa de Oración Betania , un refugio de silencio y espiritualidad
Rutas senderistas para descubrir otro Cantábrico
El entorno natural de Ruiloba invita a caminar. Entre las rutas más recomendadas destacan:
Ruta Concha – Humilladero de Sierra
Un sendero suave entre prados, caminos rurales y patrimonio tradicional.
Ruta Concha – Casasola
Atraviesa el río, su molino, el lavadero, los pozos azules —resto de antiguas extracciones mineras— y la zona boscosa de Salcedo.
Ruta del Mirador de Yeyo
Un recorrido de unos 5 km por el monte Cotalvío , que lleva hasta el antiguo refugio de un pastor, hoy convertido en área recreativa con vistas inolvidables.
Un viaje a la Prehistoria: la Cueva del Portillo
Ruiloba conserva un tesoro arqueológico: la Cueva del Portillo , con manifestaciones de arte rupestre y restos del Musteriense, Paleolítico Superior y Neolítico. Un espacio que permite comprender cómo vivían los primeros habitantes del valle.
Ruiloba, un destino perfecto para 2026
Sin playas, pero con un litoral espectacular. Sin grandes focos turísticos, pero con un encanto rural irresistible. Ruiloba es uno de esos municipios que sorprenden precisamente por lo que no tiene… y enamoran por todo lo que sí ofrece: naturaleza, historia, tradición y una tranquilidad difícil de encontrar hoy en día.
Si buscas un viaje diferente por Cantabria , Ruiloba es ese tesoro discreto que merece ser descubierto.

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