Conservar la vitalidad del sistema inmunológico a pesar del paso de los años es posible. Un nueva investigación internacional confirma que décadas de ejercicio de resistencia no solo mantienen el cuerpo en forma, sino que permiten que las defensas internas conserven características propias de un organismo joven.

Más allá del fortalecimiento muscular o cardiovascular, la evidencia científica demuestra un beneficio silencioso pero profundo: la capacidad de resistir mejor enfermedades y desgaste biológico.

Estas conclusiones refuerzan la idea de que, incluso en la adultez avanzada, el movimiento regular es capaz de transformar el funcionamiento y la longevidad del sistema inmune.

El impacto del ejercicio de resistencia en el envejecimiento celular

El estudio reveló el efecto posit

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