Confieso ser no simpatizante de la ¿política? del alcalde morenista, Eduardo Gattás Báez, de la capital del bello Tamaulipas. La razón principal, según mi óptica, es el poco o nulo interés de este señor por los problemas de los victorenses.

Se pueden mencionar muchos temas de conflicto, aunque los más sonados son el desabasto de agua (además de las fugas de hídrico potable o de drenaje); los baches que si bien se dice los están parchando, la cruda realidad es que siguen siendo mayoría los agujeros en el pavimento; no obviamos el alumbrado público hasta en principales avenidas.

Las lluvias ligeras de ayer miércoles, no solo fue el grito peculiar de las amas de casa con aquél popular “¡La ropa…!”, sino el de la presidencia municipal que parecía gritaban al alcalde “¡Los baches Lalo!” por e

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