El ministro para las Relaciones Interiores, Justicia y Paz de Venezuela, Diosdado Cabello, acusó al secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, de tener intereses económicos en una eventual invasión a Venezuela y de sabotear el diálogo, en medio del despliegue militar estadounidense en el Caribe, calificado por Caracas como una agresión para apoderarse de sus recursos.

Cabello sostuvo que Rubio prometió contratos de explotación de los principales recursos energéticos de Venezuela a las empresas que financiaron sus campañas electorales.

"Resulta que el señor de la guerra, Marco Rubio, les prometió a las empresas petroleras y del gas que financiaron sus diferentes campañas para senador, que una vez que Estados Unidos invada Venezuela, el mismo líder Marco les iba a entregar los contratos por 50 años para explotar la Faja Petrolífera del Orinoco y los campos del lago Maracaibo", afirmó.

Las palabras de Cabello se enmarcan en las repetidas denuncias de lo que Venezuela califica como agresión no provocada de Washington, quien, bajo el pretexto de la lucha antidrogas, busca un "cambio de régimen" para controlar las inmensas riquezas petroleras y gasísticas del país bolivariano.

Un "show" para sabotear el diálogo

El alto funcionario venezolano también se refirió a la reciente designación del llamado ' Cartel de los Soles ' como organización terrorista por parte de Estados Unidos, afirmando que se trató de una estrategia orquestada para sabotear un posible acercamiento diplomático.

Cabello atribuyó ese movimiento directamente a Marco Rubio, a quien acusó de "inventar el 'show'" al declarar al "inexistente Cartel de los Soles" como grupo terrorista. Según sus palabras, el objetivo real detrás de esta medida es "intentar sabotear las conversaciones y aumentar las tensiones entre ambos países".

La agresión de EE.UU., en síntesis

Despliegue militar:  desde agosto pasado, EE.UU. mantiene desplegada una significativa fuerza militar frente a las costas de Venezuela, justificándola como parte de su lucha antidrogas. Washington  anunció  posteriormente la operación 'Lanza del Sur', con el propósito oficial de "eliminar a los narcoterroristas" del hemisferio occidental y "proteger" al país norteamericano "de las drogas que están matando" a sus ciudadanos.

Operativos letales:  como parte de estas operaciones, los militares estadounidenses han realizado varios  bombardeos  contra presuntas  embarcaciones  de narcotraficantes, con un saldo de más de 70 personas muertas y sin pruebas de que realmente traficaran estupefacientes.

Acusaciones y recompensa:  sin presentar evidencia alguna, EE.UU. ha acusado   al presidente venezolano, Nicolás Maduro, de liderar un cártel de narcotráfico y ha  duplicado  la recompensa por su captura.

Postura venezolana:  Maduro  denuncia  que el objetivo real de Washington es un "cambio de régimen" para apoderarse de las inmensas  riquezas  petroleras y gasísticas de Venezuela. El mandatario  declara  que su país es víctima de   "una guerra multiforme" orquestada desde EE.UU. 

Falta de sustento:  organismos como Naciones Unidas y la propia DEA señalan que Venezuela no es una ruta principal para el narcotráfico hacia suelo estadounidense, ya que más de 80 % de las drogas son transportadas por la ruta del Pacífico.

Condena internacional:   Rusia , el alto comisionado de las  Naciones  Unidas para los Derechos Humanos y los gobiernos de  Colombia México  y  Brasil  han condenado las acciones estadounidenses. Expertos califican los bombardeos de embarcaciones como "ejecuciones sumarias" que violan el derecho internacional.