El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, ordenó a diplomáticos en Europa, Canadá, Australia y Nueva Zelanda presionar a los gobiernos anfitriones para endurecer la normativa migratoria y reportar cuando detecten posturas "excesivamente favorables" a la inmigración, según informó The New York Times , que cita un cable diplomático.

El documento señala que los representantes deben "comprometerse regularmente" con las autoridades locales para plantear las preocupaciones de Washington sobre "delitos violentos asociados a personas de origen migratorio" y subrayar esos hechos con el fin de respaldar mayores restricciones de entrada.

De esta manera, el cable busca "sumar apoyos de los gobiernos anfitriones y de otros actores para abordar y reformar las políticas vinculadas a delitos asociados a la migración, defender la soberanía nacional y garantizar la seguridad de las comunidades locales".