El Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid ha admitido a trámite la querella presentada por Íñigo Errejón, ex portavoz de Sumar, contra la actriz Elisa Mouliaá. La querella se basa en un presunto delito de calumnias, tras las acusaciones de Mouliaá sobre una supuesta extorsión a dos testigos en un caso de agresión sexual que ella misma promovió contra Errejón. El juez Arturo Zamarriego ha citado a ambos a declarar el próximo 17 de febrero. En su auto, el magistrado considera que los hechos denunciados por Errejón “presentan características que hacen presumir la posible existencia de delito”. La controversia se originó cuando Mouliaá, a través de la red social X, acusó a Errejón de haber extorsionado a los organizadores de una fiesta donde supuestamente ocurrió la agresión. En sus publicaciones, la actriz afirmó que "Errejón se negó a entregar su móvil porque había extorsionado a dos de mis testigos". La defensa de Errejón había solicitado previamente un acto de conciliación y exigió a Mouliaá una indemnización de 10.000 euros si no se retractaba de sus afirmaciones. Sin embargo, la actriz rechazó la conciliación, lo que permitió que Errejón procediera con la querella. La querella se produce en un contexto de tensiones judiciales entre ambos, ya que Mouliaá también ha denunciado a Errejón por un presunto delito continuado de abuso sexual, solicitando tres años de prisión para él. Mouliaá ha defendido su acusación, afirmando que "ninguna mujer denuncia algo así si no le ha ocurrido" y que su equipo ha "callado muchas bocas" que insinuaban que su denuncia era por dinero. Por su parte, Errejón ha mantenido su inocencia, denunciando una campaña de difamación en su contra. Ha afirmado que las acusaciones carecen de fundamento y que "todo se demostrará en los tribunales". La próxima comparecencia judicial del 17 de febrero será crucial, ya que marcará el primer encuentro entre ambos desde la admisión de la querella. Este caso ha captado la atención mediática, entrelazando acusaciones de abuso sexual y calumnias, y reflejando la complejidad de los conflictos que surgen en la intersección de la justicia y las redes sociales.