La peste porcina africana es la última plaga de la etapa sanchista. El volcán, la guerra, la Dana, los incendios, la covid... y ahora la peste. ¡Las siete plagas! ¿Qué más puede suceder ya? El mortífero brote ha surgido en Cataluña, como una metáfora de la situación. Por las redes circula el siguiente letrero, cargado de maledicencia: «Ha llegado la UME antes a Barcelona por 8 jabalíes muertos que a Valencia por 229 personas muertas». Una forma como otra cualquiera de confundir las témporas con el Adviento. La poderosa industria de los cerdos –no me refiero a los políticos– está en peligro y las autoridades públicas, perfectamente coordinadas esta vez, tratan de impedir la propagación del contagio. Eso es todo. Se trata de evitar la ruina de uno de los sectores más rentables (y contaminant

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